Sujetando “Globos de Helio”

Hace unos días fui a una tienda a buscar una orden de globos de helio para una decoración. Es agotador sostener un ramo de globos de helio. Están a la merced del viento, se resisten cuando quieres acomodarlos dentro del vehículo y no puedes darte el lujo de soltarlos. Cuando llegué a casa le dije a mi esposo: “las emociones y los pensamientos son como globos de helio…y a veces estoy cansada de sujetarlos”.

La Biblia exhorta a hacer algo al respecto de la batalla de nuestra mente y corazón: “destruyendo especulaciones y todo razonamiento altivo que se levanta contra el conocimiento de Dios, y poniendo todo pensamiento en cautiverio a la obediencia de Cristo,” (2 Corintios‬ ‭10:5‬ ‭LBLA‬‬). O sea, controlar, someter, conquistar TODO lo que se levanta en contra de la verdad de Dios. Ese “todo” puede ser una actitud, algo que valoramos desmedidamente, una visión acerca de Dios o de nosotros mismos, etc. Pero saber esto solamente no resuelve el problema del cansancio que experimentamos al “sostener continuamente los globos de helio” de nuestra mente y corazón.

Hebreos 3:19 dice: “Como vemos, ellos no pudieron entrar en el descanso de Dios a causa de su incredulidad.” Este capítulo es un llamado a no ser como el pueblo de Israel. Toda una generación no pudo experimentar el reposo, el descanso de Dios (para ellos la tierra prometida) porque no le creyeron a Dios. El siguiente capítulo dice que hay un reposo para nosotros…descansar en la obra de Cristo. Y nos recuerda que para descansar hay que creer.

Fe no es tener la fuerza suficiente para no soltar “los globos de helio”. Hay temporadas, fechas, noticias, eventos que soplan como el viento y nos recuerdan nuestra fragilidad. Fe es la respuesta a lo que percibimos como digno de confianza. En la medida que nos enfocamos en lo que es verdadero, estable y confiable nuestra fe aumenta y experimentamos su paz que sobrepasa todo entendimiento guardando la mente y el corazón.

No te enfoques en el “viento” o en la rebeldía de tus “globos de helio”. Mejor haz como dice el himno: “Fija tus ojos en Cristo, tan lleno de gracia y amor. Y lo terrenal sin valor será, a la luz del glorioso Jesús.” En la cruz del Calvario, Cristo sujetó exitosamente todos los “globos de helio” en nuestro lugar. Su victoria es nuestra victoria. Descansa!

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