Bendiciones Inesperadas

Me gustan las plantas pero no me gustan los animalitos que viven cerca de ellas. Sí, me refiero a esos reptiles (lagartijos o lagartijas) que inexplicablemente han sobrevivido a la historia de la humanidad. En donde vivo no se ven mucho, pero habiendo crecido en el trópico tuve muchos encuentros “cercanos” con ellos.

Por eso me sorprende cuando plantas cerca de mí, que NO han recibido mis mejores cuidados, florecen. Esto lo identifico rápidamente como el resultado de la misericordia y la providencia divina. Así sucedió recientemente. Y “escuché una pregunta” dentro de mí. “¿Te alegras tanto por una flor que no hiciste crecer?”. Entonces recordé un “juego de palabras” similar en la historia de Jonás.

Dice la Palabra del Señor en Jonás 4:

“Ahora bien, el Señor Dios proveyó que una planta frondosa creciera allí y pronto extendió sus anchas hojas sobre la cabeza de Jonás y lo protegió del sol. Esto le trajo alivio y Jonás estuvo muy agradecido por la planta. ¡Pero Dios también proveyó un gusano! Al amanecer del día siguiente, el gusano se comió el tallo de la planta, de modo que se marchitó. Así que cuando el sol se intensificó, Dios proveyó un viento abrasador del oriente para que soplara sobre Jonás. El sol pegó sobre su cabeza hasta que se sintió tan débil que deseaba morirse y exclamó: «¡Es mejor morir que vivir así!».” “Entonces Dios dijo a Jonás: —¿Te parece bien enojarte porque la planta murió? —¡Sí —replicó Jonás—, estoy tan enojado que quisiera morirme!” (Jonás 4:6-9 NTV)

Me gusta esta versión que hace muy obvio que Dios proveyó todo. Dios proveyó la planta, el gusano y el viento abrasador.

Esta porción bíblica de seguro tiene otras aplicaciones más importantes dentro del contexto de la historia. Pero esa mañana, leer esto me hizo recordar que nos enojamos porque estamos “biased” (prejuiciados, parcializados) como Jonás. Hacemos bien en alegrarnos por las bendiciones inesperadas. Sería aún mejor verlo todo como un regalo de gracia y una bendición inesperada. Después de todo, Dios NO está en deuda con nosotros. Todo es gracia. Todo es extra.

La gratitud, así como la fe y otras virtudes, NO es algo natural que se alcanza con herramientas humanas. La Biblia dice que:

– Necesitamos ser fortalecidos con el poder de Dios para una vida de gratitud (Colosenses 1:12).

– La gratitud viene como resultado de lo que ya somos en Cristo (estamos en El, somos escogidos, santos y amados) (Colosenses 2:6-7 y 3:12-15).

– La oración y la gratitud están relacionadas. Es de esta forma que podremos ver oportunidades divinas en escenarios complicados, tal y como Pablo vio su cárcel como una oportunidad para el avance del evangelio (Colosenses 4: 2-4).

Nos ayude el Señor a ver las flores que El hace crecer en diferentes jardines de nuestra vida con fe y gratitud.

Las flores que inspiraron esta reflexión

Este domingo 28 de agosto se cumple 1 año de la partida de nuestro hermoso niño, una increíble bendición inesperada. En este jardín abundan las lágrimas, el “viento abrasador” y la esperanza. Dios ha prometido llevarnos a un jardín sin lágrimas ni tumbas (Apocalipsis 21).

Becky Parrilla. All rights reserved. August/2022